| ¡No quiero discutir!
miércoles, diciembre 13, 2006

Hay momentos donde nos debilitan las constantes discusiones en la pareja, pero ¿porqué discutimos con tanta facilidad? Se busca la forma de estar bien pero encontramos una discusión. ¿Por qué pasa esto?

Deseamos salir adelante pero no hay un acuerdo y esto nos frena en el intento. En la cotidianidad sentimos que ponerse de acuerdo es prácticamente imposible, pues cada cual quiere para su vida cosas muy distintas.

Sin embargo, ¿como tener en cuenta el deseo de la pareja para no hacerse daño? Preferiríamos tener que cambiar nuestros planes que sentir malestar después de una discusión, sin embargo, ¿estamos realmente dispuestos a hacerlo?

La relación de pareja nunca está exenta de conflictos, es justamente allí donde se construyen los peldaños mas valiosos en la cimentación de una vida juntos.

Muchos huyen ante estas situaciones por temor, acrecentando innecesariamente un problema que necesita confrontar el carácter individual frente al del otro, para llegar al reconocimiento de aquello que sostiene la relación, y que es mas importante que los planes individuales en la generación de soluciones.

Publicado por Vaso dispuesto a las 8:20 a. m.,